Creativo.
Dedicamos un extenso tiempo a estudiar el estado actual de la marca cuando llega a nuestras manos. Servicios que ofrece, cómo es su imagen actual, lenguaje, voz, medios en los que se ubica, perfiles de redes sociales y prácticamente toda la información que podamos encontrar.
Recaudamos la información previa de la marca y además, información sobre los usuarios con respecto a la marca; esto es: ¿Cómo los usuarios se expresan de la marca? ¿Cómo la buscan? ¿Cómo la encuentran? ¿Qué dicen de ésta?
En esta parte del proceso, nos dedicamos a estudiar la competencia directa e indirecta de la marca. Servicios, imagen, lenguaje, voz, reputación online, tipos de búsqueda, navegación y atención al cliente; para posteriormente pasar a una fase de análisis y comparativa sobre beneficios, fortalezas, atributos, deficiencias y oportunidades de la marca en perspectiva a la competencia.
Cada área del equipo en cuestión al proyecto, observa, detecta y planea una solución de acuerdo a su experiencia. Toma nota de sus observaciones y de cómo puede ayudar a mejorar la marca.
Una vez que hemos establecido nuestras ideas de forma individual, nos reunimos en equipo. En este momento se exponen los puntos percibidos, testigos, espacios de oportunidad, problemáticas, fortalezas, métodos de mejora y aportaciones por área. Juntos creamos un boceto de diagrama y maquetación, acordamos los objetivos a cumplir pactados con el cliente, momentos, formas de participación de cada integrante y ponemos manos a la obra.
Este paso es personalizado a cada integrante del equipo, pues depende de la forma de inspiración, motivación y concentración para crear el arte en cuestión. Hay quienes se inspiran y trabajan mejor viendo programas de televisión, caricaturas, novelas… Y también tenemos a quienes para concentrarse buscan un espacio a solas, escuchan música, comen, bailan, salen a caminar o sólo mueven los pies de un lado a otro mientras trabajan.
Una vez terminado el proceso de desarrollo, nos juntamos nuevamente en equipo para exponer el arte; y como 2, 3, 4 ó 7 cabezas piensan mejor que una, y 14 ojos ven mejor que dos… Lo llevamos a retroalimentación de todo el equipo. En este proceso, tratamos en encontrar todo lo negativo que se pueda, acordamos soluciones nuevamente y el arte regresa una vez más al área de ajustes para una revisión posterior.
Pasado el filtro negativo y de “desgarre”, volvemos a reunirnos en equipo para exponer nuevamente el arte con los ajustes. En este momento, regresamos unos pasos atrás y llevamos el arte casi listo para salir, a un análisis en donde determinamos si los objetivos planeados se cumplen. Si es así, es momento de que ese arte vaya a expresarse por el mundo.
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